Seguro que has oído en repetidas ocasiones las propiedades de la fruta. Hoy quiero que conozcas que las frutas pueden tener un importante papel en diversas patologías:
Sobrepeso/obesidad
Los vegetales y frutas pueden jugar un rol importante en la gestión del peso, especialmente en su mantenimiento, ya su adición en la dieta da lugar a una menor ingesta energética sin aumentar la sensación de hambre.
Diabetes
Debido a su capacidad de prevención del sobrepeso, podría prevenir la diabetes tipo 2.
Hipertensión y enfermedad coronaria e ictus
Las frutas y hortalizas tienen un efecto positivo para prevenir la hipertensión y la enfermedad coronaria y el ictus.
Cáncer
El consumo de frutas y verduras reduce moderadamente el riesgo de contraer algún tipo de cáncer relacionado con el sistema digestivo: cáncer de boca, esófago, colorectal y estómago, y los beneficios observados no son muy elevados. Parece que el efecto beneficioso es mayor si el aumento en la ingesta es elevado y ocurre sobre personas con elevada exposición a tóxicos y carcinógenos (por ejemplo, fumadores).
Osteoporosis
La capacidad de los vegetales para prevenir fracturas es baja pero posible.
Artritis reumatoide
Existe una posible relación inversa entre un mayor consumo de frutas y hortalizas y una menor incidencia de artritis reumatoide.
Enfermedades oculares
La ingesta de carotenoides se asocia a una menor incidencia de ciertas enfermedades oculares (degeneración macular y cataratas).
Otras enfermedades
Existe un nivel de evidencia posible sobre la capacidad de vegetales y frutas para prevenir la demencia, el asma y la enfermedad obstructiva pulmonar.
Conclusiones finales
Junto a las verduras, su consumo diario constituye una de las directrices dietéticas más generalizada, convirtiendo a las frutas y hortalizas en uno de los pilares de nuestra alimentación. Se recomienda tomar dos o tres piezas de fruta al día, procurando que una de ellas sea rica en vitamina C (cítricos, kiwi, fresas, tropicales...), ya que juegan un papel trascendental en el equilibrio de la dieta humana por sus cualidades nutritivas.
Su alto contenido de agua nos hidrata y facilita la eliminación de toxinas de nuestro organismo.
Su aporte de fibra, ayuda a regular la función intestinal y además, posee efectos beneficiosos tanto en la prevención como en el tratamiento de ciertas enfermedades (exceso de colesterol, diabetes, obesidad, cálculos en la vesícula biliar, hemorroides y venas varicosas, divertículos, cáncer de colon y úlcera).
Son fuente casi exclusiva de vitamina C.
Contiene antioxidantes que protegen frente a enfermedades relacionadas con la degeneración del sistema nervioso, enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer.
La evidencia de los efectos beneficiosos de comer frutas y vegetales podría ser especialmente importante para la prevención de la hipertensión, las enfermedades coronarias y el ictus.
También es destacable para algunos tipos de cáncer. Sin embargo no hay pruebas que asocien el consumo de frutas y verduras con el glaucoma, la retinopatía, el colon irritable y la diabetes tipo 2. Según los estudios, uno de cada diez pacientes afectados por algún tipo de cáncer ha mantenido una insuficiente alimentación a base de frutas y verduras.
Todas las frutas son recomendables y lo mejor es llevar un consumo variado (preferiblemente las que estén de temporada y de proximidad).
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